sábado, 18 de abril de 2020

Mensaje de Pascua del Delegado episcopal de Cáritas española

En medio de este confinamiento por “miedo” al coronavirus, se hace presente, una vez más, el Resucitado, y nos dice a cada uno: “No tengas miedo, soy yo, el que vive. Estuve muerto, pero ahora vivo por los siglos de los siglos” (Ap 1, 17-18). Cristo ha resucitado y nos ha “contagiado” la esperanza. El mal no es invencible. ¡Todo saldrá bien! No va a triunfar la desgracia, la injusticia y el sufrimiento. Esto, que ahora sufrimos, como si de dolores de parto se tratara, alumbra una nueva vida.

Ante la difícil situación que nos asola, nadie tiene todas las respuestas, pero está claro que la visión y el modelo de sociedad que creó esta crisis, no puede ser la misma que nos saque de ella; es urgente un cambio. El virus nos está haciendo ver que todos somos vulnerables y todos nos necesitamos. Hemos de aprender a vivir de manera más humana y solidaria, haciendo real el gran proyecto de Dios: una familia unida donde reine la justicia y la igualdad.

Cáritas contempla esta coyuntura, sanitaria, socio-económica y política, con dolor y mirada afectada por todas las víctimas de la pandemia. Al mismo tiempo, lee creyentemente los acontecimientos y escucha las palabras del Resucitado: “Estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo” (Mt 28,20), descubriendo que Él sale a nuestro encuentro en cada gesto de cercanía, entrega y servicio. Y, desde ahí, se compromete a continuar acompañando a los sufrientes y más vulnerables; a ofrecer canales de ayuda y solidaridad; a proponer estilos alternativos de vida; y a defender la dignidad y los derechos de los más desprotegidos y descartados. 

Cáritas tiene claro que solamente saldremos de esta situación si vamos juntos, desde el diálogo y la colaboración, todos los agentes sociales, económicos y políticos, dejando a un lado los intereses particulares, y trabajando todos por el bien común, porque el desafío al que nos enfrentamos, nos une a todos y no hace acepción de personas.

Y, alentada por la esperanza pascual, Cáritas sueña con un mundo más sano, justo y humano. Por eso, cree que Pascua, este año, se escribe con:

P de pasión por la vida y padecimiento compartido.
A de amor compasivo y acompañamiento fraterno.
S de servicio gratuito, alentado por el Resucitado, que trae salud y salvación.
C de caridad, Cáritas, con cuidados tiernos: a nosotros, a los demás y a la Tierra.
U de unidad, común-unión para salir juntos desde la utopía del Reino de Dios.
A de alegría, fruto de la esperanza pascual, que nos alienta a seguir caminando.

Os animo a todos a seguir haciendo realidad la esperanza pascual, para ir transformando este “vía crucis”, que nos toca transitar, en un auténtico “vía lucis”, en el que cada servicio, cuidado y apoyo sean una verdadera estampa de resurrección. ¡Feliz Pascua!

Vicente Martín Muñoz, delegado episcopal de Cáritas Española


No hay comentarios:

Publicar un comentario